““Este es, en verdad, el profeta que habría
de venir al mundo”.

Jesús, sufre junto a nosotros, sufre con nosotros, sufre por nosotros.

 

“Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco”.

«La oración realiza milagros; la oración de un cristiano ha hecho presente la compasión de Jesús: Él de hecho miraba con gran ternura a la multitud cansada y perdida como ovejas sin pastor.

 

“Llamó Jesús a los Doce”.

Seguir a Cristo también significa ponerse en camino, emprender nuevas rutas que te llevarán a lugares no siempre amigables y llegará el momento de darlo todo por el Señor.

 

 

 

¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María?”.

San Agustín decía: “Tengo miedo de Dios cuando pasa”. ¿Miedo de qué? De no reconocerlo, de no verlo de no acogerlo.

Que la Virgen María nos ayude a vivir cada día, cada  momento, como tiempo de salvación en el que el Señor pasa y nos llama a seguirlo, cada uno según su propia vida. Y nos  ayude a convertirnos de la mentalidad del mundo, esa de las  fantasías del mundo que son fuegos artificiales, a la del amor y del servicio.»

 

 

 

Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz”.

Se trata de dos relatos  entrelazados, con un único  centro: la fe, y muestran a  Jesús como fuente de vida,  como Aquél que vuelve a dar  la vida a quien confía  plenamente en Él. Los dos protagonistas, es decir, el padre de la muchacha y la  mujer enferma, no son discípulos de Jesús y sin embargo son  escuchados por su fe. Tienen fe en aquel hombre. De esto  comprendemos que en el camino del Señor están admitidos  todo.

 

 

¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?

El Señor no nos abandona; nos acompaña en nuestros eventos  existenciales para ayudarnos a descubrir el sentido del camino,  el significado del cotidiano, para infundirnos valentía en las  pruebas y en el dolor. En medio de las tempestades de la vida,  Dios siempre nos tiende la mano y nos libra de las amenazas.

 

 

Había algo  en su  mensaje  que infundía  vida.

Jesús nunca habla de  cosas de las que no ha  sido testigo. Podría  decirse que nunca habla  de nada que sea ajeno al  hombre. ¿Cómo está el Reino en mi  interior? ¿En qué etapa se encuentra? ¿Ya está lista la espiga para ser cortada,  o ni siquiera ha germinado la semilla?.

 

 

“El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre

Dios nos pide que le sirvamos y le amemos de todo corazón, y muchas veces fallamos. Él lo sabe.

 

 

“Yo estaré con ustedes  todos los días, hasta el fin del mundo.”

La Palabra viva de Dios  necesita ser predicada  con pasión y alegría a  través del testimonio  cristiano para poder  derrumbar hasta los  muros más altos que  aíslan y excluyen.

 

 

“La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo. Reciban al Espíritu Santo.”

Si nos dejamos reconciliar en el Señor Jesús con el Padre y con los hermanos podemos estar verdaderamente en paz.

 

 

Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura.

Todo aquel que ha conocido a Dios tiene el deber personal de transmitir el tesoro que ha encontrado.

 

 

Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos.

Pídele al Señor que no seas ciego ante su gran amor y que empieces a ver que, cumplir los mandamientos, es una forma de amar y este amor nos libera de las ataduras del pecado. Y como nadie quiere ser esclavo, es una gran invitación a ser verdaderamente humano.

 

 

Permanezcan en mí y yo en ustedes

Para permanecer junto a Cristo debes de conocerle  y desear estar junto a Él.

Recuerda que los lazos de  amistad se fortalecen con la  convivencia, conociéndose  mutuamente.

 

Yo soy el buen pastor.”

Si hoy escuchas la voz del  Señor que te llama a  regresar, no endurezcas tu  corazón, sal de tu Egipto,  hacia la libertad de los hijos  de Dios.

¡Vive tu pascua!

 

“La paz esté con ustedes.”

Cristo quiere ver tus heridas para sanarlas. Quiere ver tu rostro tal como es. Quiere contemplar la  belleza de lo que Él ha  creado en ti .

Hemos visto al Señor

¨Repetir la señal de la cruz,  nos recordará que el Señor de  la misericordia nunca  abandona a sus hermanos,  sino que acoge las heridas de  ellos en las suyas.¨

“Resurrección de Cristo”

Dejemos que Cristo nos abra la mente  y el corazón para que le encontremos resucitado, porque Cristo vive.

“La Pasión de Cristo”

“Jesús átame a tu cruz, úneme contigo para que tu latir sea mi latir y tu amor sea mi amor.”

“Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”

“Yo les aseguro que si el  grano de trigo  sembrado en la tierra  no muere, queda  infecundo; pero si  muere, producirá  mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se  aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.”

“Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único”

Dios es amor, paz y alegría en  cada hombre y mujer, en  todos los hombres y mujeres,  por eso Jesús murió en la  cruz, para salvarnos de las  tinieblas y poder, así,  encontrar la auténtica felicidad.

“El celo de tu casa me devora.”

LA REDENCIÓN ES GRATUITA.

Jesús viene a traernos la gratuidad de Dios, la gratuidad total de su amor.

“Éste es mi Hijo amado; escúchenlo”. 

Transformados por la presencia de Cristo y del ardor de su palabra, seremos signo concreto del amor vivificante de Dios para todos nuestros hermanos.

 

 

“Conviértanse y crean en el Evangelio.”

Cuando en Jesús, Dios se  hizo hombre. “Dios está cerca”  era el núcleo de su mensaje. Si  éste es el inicio y el estribillo de  la predicación de Jesús, debe ser  también la constante de la vida y  del anuncio cristiano

 

 

“Si tú quieres, puedes curarme.”

El Evangelio nos invita a asumir un espíritu creativo y renovado para transformar las raíces de nuestras enfermedades físicas, espirituales y sociales.

 

 

“Cristo nos levanta, nos sana y nos libera.”

Nos levanta para que podamos salir de nosotros mismos.

Nos sana para poder atender a otros que lo necesitan.

Nos libera para ir en busca de hombres y mujeres que viven  aún en algún tipo de esclavitud.

 

 

“El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.”

Que esta fiesta sea luz para nuestra familia, para que, incluso en la situación más difícil, podamos descubrir el lenguaje de la misericordia de Dios.

 

 

“Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”.(Lucas 1, 38)

Tal vez hoy, en este año, Dios te está llamando; puedes preguntarle una vez más qué quiere de ti. No estés en un estado de indecisión, déjate visitar por Dios y preguntarle en lo más profundo de tu corazón qué plan tiene para ti. Dos de tus días más felices de tu vida serán cuando llegaste al mundo y cuándo supiste el porqué.

 

 

“Tiempo de espera. El corazón anhela algo; más aún, anhela a Alguien.  Y ese Alguien viene. Ya está cerca”.

Contemplemos con los ojos y más aún con el corazón; y dejémonos instruir por el Espíritu Santo, que dentro de nosotros nos dice: ¡Es Él!  Es el Hijo de Dios hecho cordero, inmolado por amor ”. (Ángelus SS Francisco, 19 de enero de 2020)

 

 

“Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”.

“Dios te avisa de su llegada para que puedas prepararte, porque en cada corazón hay lugares que se deben poner en orden, que hay que limpiar”.

 

¨Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento¨

El Evangelio de hoy nos invita a «mirar, vigilar y hacer». Mirar las maravillas que Dios ha creado. Todo lo bueno que hemos vivido. Vigilar cada detalle de nuestra vida de gracia. Hacer con amor y responsabilidad lo que nos toca.

¨Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria.¨

Claramente cada persona práctica las obras de misericordia de acuerdo a su condición de vida. Dios no le pide más de lo que puede dar, pero ese poco o mucho es la forma en la que Él nos llama a servirlo en nuestros hermanos.

¨Fijemos la mirada en lo esencial… en Aquél que hoy nos confía aquello que tenemos, aquello que somos… en Dios.¨

¿Cómo he recibido la Palabra?
¿Con el corazón abierto?
¿La he hecho brotar por el bien
de todos o a escondidas? .

¨Pidamos a Dios que nos dé un corazón que esté siempre atento y en espera para recibir la venida del Esposo del alma¨.

«Así como el aceite permanece escondido, pero sin él no hay luz, Así debe purificarse y custodiarse el corazón, el interior del hombre, precioso a los ojos de Dios; no lo externo, que desaparece… El aceite existe para ser consumido. Solo ilumina quemándose. Así es la vida: difunde luz solo si se consume, si se gasta en el servicio. El secreto de la vida es vivir para servir.»  (Homilía de S.S. Francisco, 3 de noviembre de 2018).

¨Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos¨.

¨Pensemos en nuestro corazón y preguntémonos: «¿Dónde está anclado mi corazón?». Si no estuviese bien anclado, anclémoslo allá, en esa orilla, sabiendo que la esperanza no defrauda porque el Señor Jesús no decepciona.» (Homilía de S.S. Francisco, 01 de noviembre de 2013).

¨.

¨Amarás al Señor, tu Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo¨.

¨Amar a Dios con todo lo que somos. Donarse a los demás, conscientes del don que somos.  El mandamiento del amor: un camino que seguir, no un peso que cargar¨.

¨Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios¨.

¨Los cristianos sabemos dar al César lo que es del César.
Somos honestos, también pagamos nuestros impuestos y
seguimos las reglas. Pero también sabemos que somos
ciudadanos del cielo¨.

¨Muchos son los llamados y pocos los escogidos¨.

¨Está ya tu lugar preparado. El Rey te está esperando. El hijo te está esperando. ¿Por qué tardas tanto en abrir la invitación? ¿Qué dirá aquella invitación de parte del Rey, personalizada, muy elegante? ¿Por qué te haces sordo o ciego a la invitación que te llega? ¨.

¨La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular¨.

¨Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?. Está aquí la gran novedad del cristianismo: un Dios que, incluso desilusionado por nuestros errores y nuestros pecados, no pierde su palabra, no se detiene y sobre todo ¡no se venga!¨.

¨Parábola de los dos hijos¨.

¨

Cristo quiere nuestro corazón y nuestra vida entera, para que trabajemos junto a Él en la viña de nuestro entorno social, para poder realizarnos dándonos a nosotros mismos y ayudando a los demás; dando testimonio de su amor.

. ¨.

¨El Reino de los cielos¨.

El rey del Reino de los cielos es Cristo.

El trono de Jesús es la cruz.

La corona de Jesús está hecha de espinas.

El lugar donde Jesús es rey es el

corazón de cada miembro de la Iglesia.

 

¨El perdón renueva, el perdón hace milagros¨.

¨Sólo el hijo que se sabe amado es  capaz de acoger verdaderamente  el perdón de su padre. ¨.

 

 

¨Todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo¨.

¨Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos¨.